Un día tan choto (o gris) daba para ponerse a escribir. Dudaba
si hablar en castellano neutro, español antiguo o mi forma danielesca de
inventar palabras y consonantes y situaciones, o què mierda hacer. Asi que no
sè què es lo que va a salir, pero digamos que me sentè en mi rincón preferido y
dejè que las cosas salgan como quieran salir. Como se le den las regaladas
ganas de salir. Digo esto, porque no tengo pensado poner ningún tipo de reparos
para que ello suceda. Total, hoy es domingo y es como que en èste dìa cualquier
cosa està bien. Por ejemplo, no sè donde mierda quedó el acento en el teclado.
Al principio dije, escribo y después lo corrijo, pero si lo hubiese hecho asì,
estè renglón no hubiera tenido sentido. Entonces, està bien que vean que no les
miento. Despuès de todo, ¿cuàntas veces decimos esas cosas que estamos pensando?
Vamos a traducirlo. En lo cotidiano, estando sòlo o acompañado o como sea, ¿cuàntas
veces te han preguntado como estàs con la sincera idea de conocer aquello que
pensàs? El lenguaje pasò a ser un formulismo, un formalismo tambièn. Valen las
dos. Formalismo en ese sentido casi idiomático para pasar por alto las largas introducciones
dogmáticas hasta llegar a vincularte con el otro. Y formulismo, lo digo en el
aspecto del formulario predispuesto con el que hablamos. Nos dice hola,
respondemos hola. Nos preguntan estàs bien, y respondemos, si. Y asi
sucesivamente podemos pasarnos horas sin decir nada de lo que pensamos.
Yo creo que estuve como media hora frente a mi computadora
mirando la pantalla vacia. Ella no me decía nada y yo tampoco. Apenas una música
suave sonaba detrás de la cocina, detrás del comedor, detrás de mis ojos. No
vayan a pensar que ahora mis ojos son una guitarra. Es una metáfora. Igual
llega un punto en la vida en que realmente te pones a pensar si también la vida
no fuere acaso una imagen de la mente. Vamos, los escritores tampoco que
hayamos inventado todo! Algunas cosas no están en nuestras manos. ¿Còmo cuales?
Y.. de pronto se me ocurre que el destino no està en nuestras manos. ¿Què cosas
te parecen a vos que han dejado de pertenecerte? Al fin y al cabo no tenemos el
dominio de nada. En su caso, existe un sentimiento parecido al que podría definir
tranquilamente como pseudoconfianza que nos hace parecer que las cosas pasan
porque asì nosotros lo decidimos. Bueno, no. Hay dos teorías que yo manejo al
respecto. O hacès algo para que las cosas pasen o dejas que pasen por si solas.
El éxito no depende de ninguna de las dos. Tampoco que piense que las cosas
suceden porque están escritas. Eso es mentira. Imaginate yo, escritor, la
cantidad de cosas que me pudiera haber escrito y sin embargo nada.
Entonces, entrè en la duda de ponerme a escribir como ya les
dije, sin saber, si la persona que por ahí me interesaba que me leyera iba a
hacerlo. De todos modos, la sola idea, la poco probable posibilidad que esto pasara como que me motivò algo.
Y me pregunte si valìa la pena gastar un poco de palabras
asi porque si nomas. Asi como de costumbre, o por casualidad. Despuès pensé,
las palabras están ahì, en el aire, y si yo no las uso nadie lo hará por mì.
Ademàs, es domingo…. (insisto).
Ah, y ya como que se me fueron las ganas de escribir. Y
dije, si hay alguien del otro lado que me està leyendo me va a putiar si
termino acà y me pongo a ver el partido. Pues bien, lo termino acà. Nos vemos
la próxima!