lunes, 29 de septiembre de 2014

YO ME QUEDE

Escribí esto más que nada para perderlo.
Tantas veces me pasa escribir algo y no encontrarlo por ninguna parte…
Sé que vas a entender. Vos mujer del aire, que siempre entendés todo, te regalo éste poema de explicación. Te diré que pusiste la voz en la llaga con la poesía del otro día.
Y ahí me quedé…
Te ví volar por encima mío llevando en tus codos las charlas mientras me reía de todo.
No pude irme, aunque moría de ganas de salir corriendo a buscarte.
Y ahí me quedé, soplando las palabras hacia arriba (como las burbujas) sabía de tus libros, de ésas historias, del otoño en tus ojos profundos. Atrás de tu paciencia ya tenías dibujadas un par de alas.
En cambio elegí atarme los zapatos para no caerme. Yo y mis miedos!
Te devolví el saludo que me hacías desde el aire con tu mano extendida. 
No supe si era un convite o qué. Y me quedé. Lleno de tu magia ausente de tus palabras revolcándose entre las sábanas del perfume fresco de la mañana que me dibujabas con una mueca de afecto.
Me quedé esperando que septiembre viniera con las buenas nuevas. Que me dijeras que está bien.
Que todo se va a solucionar. Mientras vos te ibas me mirabas apenas por sobre tu hombro.
Y yo me quedé!

Me quedé pensando

ésta poesía.