Aprovechando el feriado de carnaval, me levante temprano,
cosa de estar un rato solo sin que nadie me moleste o me diga “mira que hay que
limpiar la cocina” o “hay que poner la ropa a lavar”. ¿La ropa no se lava sola?,
pensé. Que embole.
Lo primero que vi fue la noticia del Papa que había
renunciado. No me interesó una mierda, no me puse ni contento ni triste. Es
más, prendí un pucho y ya me había olvidado.
Y después, ya en el Facebook, me di cuenta que se acerca el
14 de febrero. Y este puto de San Valentín que se le ocurrió generar una fecha
tan significativa cuando realmente vos tenés significado para alguien. Regalás
o te regalan flores, chocolates, una cena romántica, brindis de honor, copa de espera,
o lo que se te ocurra. Ahí la imaginación sirve. Es como una tregua, un
paréntesis. Después siguen los quilombos de siempre en la pareja; se pelean
como todos los días por las mismas cosas, te insultan, vienen los reclamos y
cuando te querés acordar pasó el 14 de febrero, y ya es 15 y te das cuenta que
lo único que te quedó es un una caja con forma de corazón hecha mierda, porque
fue lo primero que voló cuando se dan cuenta que dejaste el calzón en la ducha,
o no lavaste los platos o todavía sigue a un costado de la cocina ese montículo
de basura que barriste la noche anterior y que no se te dio las regaladas ganas
de juntar. ¡Y los solos se quejan! (pensé entre mí).
Puse una canción conciliadora para mi mente, que me dejara
fumar tranquilo, medio a oscuras todavía. Una paz total. Toda mía. Sonaba así,
medio bajito, Ella baila sola “fuimos lo que fuimos”. Después de leer esto,
ponela y escuchala que está buena. Ahí medio entre frases pelotudas y fotos
amarillistas alguien posteó está canción con el reclamo “por qué no llega el
olvido”. En realidad no sé si fue queja o pregunta, pero me quedé pensando.
Me cuestioné casi todos mis olvidos, los descuidos, los
errores pelotudos, y casi como una lucha cuerpo a cuerpo apareció el recuerdo menos
pensado. Los recuerdos y el olvido son casi consecutivos de los nombres que
pensamos. A veces ni eso sucede. Ni nombres ni nada. A veces el olvido es sólo
silencio, o ausencia, o nada. A veces es solo olvido. O recuerdo.
Acaso, (me pregunto mentalmente para no despertar a nadie),
desde un punto de vista filosófico, no estaremos hablando de una misma cosa?
Desde lo existencial afortunadamente, tapamos las fotos, las
cartas, las frases, las imágenes cotidianas, y vivimos en la teoría, esperando.
Esperando las cosas más comunes, o la sorpresa. De todos modos nunca seremos
honestos con nosotros mismos. Hay una realidad que sentencio: el olvido no
llega, se va.
O me vas a decir que nunca esperaste nada? Bueno, te aviso
algo: Nacemos esperando o morimos esperando algo o alguien. O simplemente
esperando la muerte. Da igual, lo cierto es que sucede más seguido de lo que te
imaginás. La espera combate al olvido. Los recuerdos combaten al olvido. Ergo,
el olvido es el anticuerpo. El olvido se va calladito, nunca llega. Está o no
está. Así de fácil. Si no lo sentiste inmediatamente y sin proponértelo, el
olvido será la sombra de tus poetas internos. De tus andenes. De los abismos
mentales donde caen aquellos que fuman marihuana y que por un ratito, se van
del mundo. Dejamos de cosificar los pensamientos, y vamos y venimos del pasado
al presente sólo con una mueca o una seca. Dale que va!
Después te saldrán frases pelotudas, o se te vendrán a la
mente consejos inútiles que nunca pondrás en marcha. No hay caso, a ésta altura
dudo del olvido. Me suena más a un invento que a un verdadero estado psicológico
o mental. La mente no olvida. Está programada o chipeada para recordar. No existe
el olvido. (Ojo, que yo esto no puedo afirmarlo tan abiertamente porque también
soy poeta y si me descubren escribiendo esto estoy frito). Sobre qué
escribirían los poetas sino fuera por el olvido. Qué discutirían los filósofos,
que sería de los neurólogos sino fuera por el olvido?
Ponetelo a pensar. A vos te digo, que creeías que el olvido
llega con una brocha gorda y te pinta la frente de blanco. A vos que, no conforme
con esperar a alguien, también esperás el olvido. Y nos martirizamos cada 14/2
con canciones de forever alone. Y no seas idiota, no mires el celular. Tiene
muy buena señal, y si no te escribe es porque nunca se le ocurrió pensarte como
una posibilidad.
Me dejas sin palabras para explicar lo que me pasa por la mente cuando leo esto.
ResponderEliminarNo estoy acostumbrada a leer cosas así, que te dejen pensando, reflexionando, o simplemente asintiendo, o todo eso junto.
Y es tan linda la sensación de saber que hay gente capaz de explicar lo que a uno mismo le pasa por dentro pero que en el torpe intento de mostrarlo al resto lo deja de lado (en mi caso)
Gracias por este espacio, y por escribir así.
Muchas gracias de verdad.
me encanto! te felicito por como escribis
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