martes, 5 de enero de 2010

Las cosas como son


Hacia tiempo que no escribía. Por ahí como que las ganas deambulan por aca y por alla. Es distinto esto de estar solo. Te permite encontrarte por lugares que nunca habías visitado, como estatuas, como pequeños senderos de migajas que nos llevan a alguna parte. No sé donde iremos a parar, pero lo importante es que vamos. Que seguimos caminando las calles como si adelante siempre estuviera el destino pendiente de nosotros. Es importante tener a donde ir, claro que también importa el hecho de saber que alguien nos espera. Y eso es así, yo no tengo dudas que la espera no es solo nuestra, que del otro lado, en algún lugar alguien también espera lo que nosotros. Ya no voy a hablarles de lo que no tiene sentido; claro que todos alguna vez sufrimos el desarraigo del adiós, con esa sonrisa apócrifa, con esa mirada desafiante que suplicaba lo que las palabras no pueden decir. No existe una manera de poder convencer lo que decimos, ni existe posibilidad de poder pintar con colores lo que el alma manda. Con un nudo en la garganta meditamos desde lejos las distancias como un cuento mal contado, con la sensación de que no todos finales son felices, sobretodo en estas épocas donde ya no existen las perdices de antes. Creo que las cosas sucedieron de la única manera en que podían haber sucedido. Harto de la inmemoria, repleto de argumentos falaces, convencido de los engaños que no fueron, el orgullo póstumo, el rencor inacabado, la primera canción, la última esquina pensante, la melodía de los días que no vienen; me voy a dormir afuera mejor…No sé quien perdió a quien. Igual me pregunto, ¿ganó alguien?La soledad tiene que ver con los aprendizajes, con los momentos de a uno y con uno. De la autodependencia, de la marginación de la cosas, dejar de lado los relojes y los reproches, la espera instantánea, el abrazo recto, el beso solo. De chico me enseñaron a poner cada cosa en su lugar, a ordenar los colores, a prestar y devolver, a cepillarme los dientes, a pedir perdón, a cuidar mis cosas, lo mío. Y lo mio esto, por mucho o poco que sea, este es mi reino. Aca vivo y existo y aunque muchos pongan en duda la certeza de mi mundo, soy absolutamente sincero cuando afirmo que escribo desde la soledad y el amor, desde la paciencia -agotada ya-, desde la espera que no fue, desde mi balcón, desde el mate primero hasta el último faso. Desde la canción del amor eterno, simplemente lo mejor, desde las calles mias hasta los otros mares. Desde el enojo y el perdón, desde la bronca, desde la suplica, desde este lugar armo mis tiempos e invento los otros, como haciendome el distraído. Como si no alcanzaran todas las palabras posibles, como si no hubiera hecho nada, como si no soportamos lo suficente ya. Así me inclino ante el destino con la reverencia de todas las calles, para que lleven lejos a veces, para olvidar por fin, para encontrar la paz de todos estos lugares, la inmensa paz de estar solo.
¿no será tiempo entonces de decir las cosas como son?

4 comentarios:

  1. hola amigo, quien sera esa persona a quien le escribis con tanto sentimiento? puede alguien no darse cuenta que existis? puede alguien no valorar a esa personita tan dulce como vos? solo un consejo... mira otros horizontes, conoce gente nueva, y busca al amor donde no te den vuelta la cara. Ana

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  2. esa personita lee cada uno de sus escritos... escritos de lo mas profundo del corazon....

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  3. Que bueno que la persona a la que le dedicas todo esto te lea, mis notas son leidas solo por mi. La persona a la que se las dedico no piensa, no siente y no me quiere...
    Que dificil es tener que matar un sentimiento, siendo que uno lo siente tan vivo y con ganas de seguir adelante...

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  4. el dia que esa persona se dé cuenta de todo lo que vales, va a ir a buscarte... no tengas dudas... segui escribiendo asi! y cuando vuelva.. dejaran de ser solos ... como antes y para siempre, te quiero amiguito :-D

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