jueves, 16 de julio de 2009

El amigo impar...

En estos dias abiertos y cerrados. En las cenas de galas, en los almuerzos primeros, en la cerveza y el vino solo. En el humo del cigarrillo arrepintiéndose por los rincones, con las arañas agazapadas en su crucigramas, en sus vueltas carnero, en los idiomas de todos los silencios posibles.
En el abrazo callado, en el piso, sobre la mesa de luz. Allí estaban sus amigos todo el tiempo. Emparejados, iban de dos en dos por cada pueblo, inventando graffitis, brindando con algodones y espirales. Pero también estaba este amigo impar. No eran dos ni cuatro, eran, tres o cinco o siete. Ellos y él. Pasando desapercibido. Digamoslo así, si te vas a comprar un juego de platos, ¿comprás cinco o siete? No.
Definitivamente, los amigos solos siempre son los impares...

No hay comentarios:

Publicar un comentario