domingo, 5 de julio de 2009

No te va a gustar...


Ayer fue un dia más que triste. Tristisimo soliamos decir con Euge. Es que a veces no existe otra palabra para enunciar ese sentimiento de vacío que nos provoca algo.
A veces es bueno tocar fondo, no está mal perder las esperanzas. Está bien que los sueños no se cumplan, que las llegadas sean largas y las esperas eternas. Tampoco está mal desenamorarnos, empezar de nuevo. Sentir que no se puede más.
A menudo resulta bien el hecho de vernos cansados, derrotados. Con la mirada perdida y los pulmones hinchados de llorar. Está bien tener recuerdos, no olvidar, perdonar, odiar, amar. No está mal no tener hambre, ni ganas de hacer nada por unos días. Es normal no tener sueño, dar vueltas en la cama, caminar mucho, desear poco. Llorar.
De eso se trata esto. Es como un contrato en blanco que uno firma. Es cerrar los ojos y arrojarse al vacío, apostar todo, arriesgar mucho más de la cuenta.
Es perder, empatar, ser una probable coincidencia. Un pensamiento austero, una mirada esquiva, es la silla derrotada, el pulso gastado, los ojos avejentados como cielorrasos. También de esto se trata. De dar una giro más en la calesita, una vuelta de yapa. Es equivocarse y empezar, terminar el duelo, darse tiempo, pedir tiempo, tomarnos la esperanza que traen consigo la última despedida, la canción final, un sorbo más a esta botella. Darse la oportunidad de volver a aquellos lugares donde habiamos dejar de ir. Visitar amigos, crear amigos, inventar historias, generar con la mirad un universos de posibilidades, alejarnos para siempre de algunas personas, ser eternos, pedir disculpas, emborracharse.
Respirar hondo, una vez, dos veces, otra vez. Expirar con ganas, como quien despoja la paciencia del destino. Y llorar. Como diría Girondo, si vas a llorar, llorá bien. Llorar con el alma abierta, con las venas cruzadas, con aliento de la primera mañana, en la ducha, en la playa, en un tablón. Llorar solo, llorar como si fuera la ultima vez que esa lágrima sale por tus ojos. Porque así será.
Porque no te va a gustar verme juntar mis pedacitos, sabiendo que ahora puedo volver a empezar…
(yo soy solo)

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