jueves, 2 de julio de 2009

Tus ojos como bahías...



Ha pasado otro dia más de este julio insoportable. Las dudas de las paredes revientan sus cáscaras contra mis ojos, y me hacen llorar. Debe ser este viento maldito que me contrae los pulmones. Acaso el tiempo ha sugerido tu venidas, y yo he estado esperando lo que nunca llega. Los relojes atrasan sus agujas en el horizonte, donde ya he pintado tus ojos untados de melancolía. Todos los crepúsculos se cierran en un mismo punto. Y desde lejos, tu aliento me llega como un mensaje que debo descifrar.
Es esa música plena, tan franca y transeúnte, tan cristalina y conocida. Y son esos labios mojados, tu cintura sencilla y arrebatada, tus pestañas de otoño, y la risa mágica de los océanos que también me traen hasta donde vos estas.
Los recuerdos se dejan llevar por la corriente sanguínea de la tierra, conozco esos abrazos que me dabas y que ahora los recibe otro. Entiendo que es mejor para vos saberme desconocido, interpretar mis pasos como una distancia que se agranda con el paso cómodo de los días. Y esta bien, digo. Está bien que me olvides…
(yo soy solo)

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